Consideramos en principio de las nacionalidades como sagrado y, por ello, no podríamos mirar indiferentemente el sometimiento de un vecino por lejanos y poderosos enemigos, sin acudir presurosos en su ayuda, batiéndonos por la justicia, la libertad y el derecho, como lo hicieron los ilustres soldados que nos dieron la patria.
Juan D. Perón
Manual del Peronista.
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