miércoles, 6 de diciembre de 2017

A 73 años de esta palabras de Juan Perón a los compañeros petroleros




MENSAJE A LOS OBREROS Y EMPLEADOS PETROLEROS


La presencia de las autoridades de la Dirección General de Energía presencia y de Yacimientos Petrolíferos Fiscales en la Casa de los Trabajadores no puede ser saludada por nosotros sino como un gesto amplio de satisfacción y reconocimiento hacia los hombres que realizaron el primer intento serio de recuperación económica y demostraron a los políticos escépticos, todo lo que son capaces los obreros argentinos.
¡Yo proclamo con orgullo ese reconocimiento! ¿Yacimientos Petrolíferos Fiscales es un triunfo del trabajo argentino! Surgió hace un cuarto de siglo del esfuerzo casi quimérico de unos hombres alucinados que perforaron mas con las manos que con los trépanos, el duro subsuelo patagónico, para arrancarle el torrente de oro negro que movilizaría nuestras industrias y nuestros transportes. Ni la sed, ni el frío, ni el azote permanente de los vientos del Atlántico, lograron detener su esfuerzo ni paralizar su voluntad. Las torres metálicas comenzaron a poblar entonces las planicies heladas, a erguirse en la maraña de las selvas del norte a aferrarse en el granito de las estribaciones cordilleranas, como el símbolo de una nueva argentina, que clavaba en el subsuelo patrio la bandera de su independencia económica. Huincul, Orán, Mendoza y las destilerías gigantescas que se levantan sobre las márgenes del Plata, marcan el itinerario de su grandeza creciente, que señaló como un ejemplo magnifico de organización y capacidad dentro del desenvolvimiento de los organismos oficiales.
El espíritu emprendedor de aquel soldado que fue el general Mosconi, fijó el rumbo que debía cumplir el organismo en etapas sucesivas. Fue un estadista de uniforme que comprendió la realidad de la hora, supo mirar hacia delante y ver claramente la función que le correspondería al petróleo en el progreso de la República. Prefirió en los balances, los saldos favorables en millares de metros cúbicos de combustible, a un saldo abundante de millones inertes. El oro negro, es desde entonces, el motor que movilizo la pujante industria nacional y el vehiculo que acortaría las distancias yo en la dilatada heredad argentina, sometida al capricho o las conveniencias de riel.
¿Y continúa movilizándolas todavía! ¿Cinco años de guerra; sin poder importar ninguno de los materiales de explotación, no han podido detener el ritmo de una producción que crece rumorosamente entre el oleaje que forman millones de metros cúbicos de petróleo extraídos de las vetas ocultas que se da tan generosamente como la buena tierra gaucha!
¡Vuestra obra, trabajadores del petróleo, sólo puede merecer el reconocimiento de sus conciudadanos y el bien de la República que no permanece ya indiferente a la suerte de los hombres que le ofrecieron todo por lograr su grandeza.
Los beneficios de estas conquistas de estabilidad, de mejoras en los salarios y en las condiciones de vida y de trabajo de quince mil servidores esforzados y modestos, es sólo el cumplimiento del deber social de un Estado, que no se siente exento de cumplirlo, por que seria traicionar uno de los propósitos irrenunciables que animaron Revolución de Junio y desvirtuar nuestras propias exigencias. Hemos proclamado el derecho a mejores condiciones de vida y lo cumplimos, apostolando con el ejemplo. Trabajamos empeñosa y obstinadamente para extender a todos, los beneficios de la asistencia social y los vamos incorporando progresivamente a los organismos oficiales. Queremos que nuestros niños aprendan a sonreír y estamos empeñados en crear hogares felices donde los alumbramientos dejen de ser la maldición de las madres humildes. Nos proponemos, que el cumplimiento estricto del escalafón deje de ser un privilegio exclusivo de las fuerzas armadas, para convertirse en un beneficio de todos los que trabajan. Y lo conseguiremos.
Yacimientos Petrolífero Fiscales, al incorporar este Estatuto de su personal, no hace otra cosa que acelerar el cumplimiento de un deber social inexcusable y el mandato de aquel gran organizador extraordinario, que tanto bregó por el bienestar de los trabajadores de una repartición cuya grandeza enorgullece a todos los argentinos.
JUAN DOMINGO PERÓN

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